El varamiento de Starliner demuestra por qué la NASA actuó con sensatez al contar con un plan B

Después de cualquier problema con el lanzamiento o la misión de un cohete, los expertos repiten el mismo estribillo: el espacio es difícil. A medida que se acelera el progreso de la industria espacial, ese mantra se vuelve más relevante, no menos, pero eso se debe a que nos enfrentamos a las dificultades de los vuelos espaciales con mayor frecuencia y, en gran medida, las superamos.

La situación que se ha desarrollado en la Estación Espacial Internacional (ISS) durante los últimos meses es un ejemplo perfecto. La nave espacial Starliner de Boeing despegó para su primer vuelo tripulado el 5 de junio, pero problemas de hardware hicieron que una vez que llegó a la ISS, no estuviera claro si sería seguro para los dos astronautas de la NASA que la transportaban regresar a la Tierra de manera segura como estaba previsto.

Así, después de realizar pruebas en tierra y de mucha deliberación, la NASA cambió de actitud y anunció que los astronautas prolongarían su estancia en el espacio y volverían a casa en febrero de 2025 a bordo de una nave Crew Dragon de SpaceX (véase “Los astronautas varados en la Estación Espacial Internacional revelan que el programa espacial estadounidense no está en crisis”). Gracias a la sabia decisión que tomó la NASA hace una década de elegir dos empresas para construir cápsulas para transportar astronautas al espacio en lugar de una sola, un problema potencialmente devastador se convirtió en un mero inconveniente. Sabemos desde siempre que el espacio es difícil, y la preparación dio sus frutos.

La primera caminata espacial civil podría ser la más peligrosa de todos los tiempos

Con suerte, la intensa preparación también dará sus frutos para la tripulación de la próxima misión Polaris Dawn de SpaceX. Si todo sale bien, incluirá la primera caminata espacial civil de la historia, que bien podría ser la caminata espacial más peligrosa de todos los tiempos (ver página 8).

Si la prueba sale bien, será otro gran triunfo para los vuelos espaciales comerciales y para SpaceX en particular, sobre todo porque será la primera prueba de los nuevos trajes espaciales de la empresa. Los trajes envejecidos han sido un problema inminente para la NASA y otras agencias espaciales durante décadas: los que utiliza la NASA son los mismos que usaron los astronautas en la década de 1980, y ya pasaron su mejor momento. Un nuevo traje espacial confiable que incluso los civiles puedan usar cómodamente, con mejor movilidad y control de temperatura, sería un gran triunfo. Haría que el espacio fuera un poco menos duro.

Temas:

Leer más
Back to top button