Cada vez hay más pruebas de que las gotas y aerosoles nasales salinos ayudan a tratar los resfriados

Las gotas nasales de solución salina parecen acelerar la recuperación de los resfriados comunes. En el último estudio sobre este tema, los niños tratados con una versión casera de estas gotas dejaron de experimentar síntomas, como estornudos y congestión nasal, dos días antes que los que no las recibieron.

Más de 200 virus pueden causar síntomas similares a los del resfriado, lo que dificulta el desarrollo de tratamientos generales pero eficaces dirigidos a ellos. Como resultado, la mayoría de las terapias contra el resfriado solo alivian los síntomas, en lugar de acortar su duración.

Sin embargo, cada vez más investigaciones sugieren que las soluciones salinas pueden ser una excepción. Los estudios han demostrado que los adultos que usan gotas o aerosoles nasales salinos para el resfriado experimentan una reducción de los síntomas, se recuperan más rápido y tienen menos probabilidades de transmitir la infección.

Ahora, Steve Cunningham, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), y sus colegas han probado este método en niños. Se pidió a los padres de 150 niños con síntomas de resfriado que depositaran tres gotas de una solución salina en cada uno de los orificios nasales de sus hijos al menos cuatro veces al día, comenzando dentro de las 48 horas siguientes a la aparición de los síntomas y continuando hasta que desaparecieran. La solución a base de agua, que los padres mezclaron ellos mismos, contenía un 2,6 por ciento de sal.

Un grupo separado de 151 niños recibió el tratamiento habitual de sus padres para el resfriado, como administrarles medicamentos de venta libre o alentarlos a descansar. Todos los niños tenían menos de 7 años y sus padres registraron sus síntomas.

Los investigadores descubrieron que quienes comenzaron a usar las gotas dentro de las 24 horas posteriores a la aparición de los síntomas se recuperaron dos días antes que quienes no las usaron en absoluto. Otros miembros de su familia también tenían menos probabilidades de desarrollar síntomas de resfriado. Pero los niños que comenzaron a usar las gotas más tarde no tuvieron mejor suerte que los que no las usaron en absoluto y no tuvieron menos probabilidades de transmitir el resfriado.

Cunningham, que presentará los resultados en una reunión de la Sociedad Respiratoria Europea en Viena (Austria) el 8 de septiembre, afirma que los iones de cloruro de la solución salina pueden hacer que las células creen más cantidad de una sustancia antiviral llamada ácido hipocloroso. Sin embargo, es posible que sea necesario empezar a hacerlo en las primeras etapas de la infección, antes de que el virus se establezca más, afirma.

Pero William Schaffner, del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Tennessee, se muestra escéptico respecto de que este método realmente ayude a eliminar las infecciones virales. “Me gustaría ver muchas más (pruebas) que me convenzan de que se trata de un efecto antiviral, en lugar de un alivio sintomático”, afirma.

Los investigadores podrían haber tratado a un grupo separado de niños con gotas de agua simple o con una solución salina de menor concentración, dice Schaffner. Eso podría indicarnos si las gotas nasales salinas aceleran la recuperación al atacar los virus o simplemente alivian los síntomas al humedecer las membranas mucosas, dice.