Rechazar el tratamiento estándar contra el cáncer como Elle Macpherson es un gran riesgo

La supermodelo Elle Macpherson rechazó la quimioterapia para tratar el cáncer de mama

Prensa Asociada de Australia/Alamy

La mitad de nosotros desarrollará cáncer en algún momento de nuestras vidas, pero ¿cuántos serán capaces de consultar a docenas de médicos y luego sentirse seguros de rechazar el consejo médico convencional?

En una entrevista reciente con El semanario femenino australiano La supermodelo australiana Elle Macpherson reveló en una entrevista con la revista The New York Times que hizo exactamente eso. Le dijo a la publicación que le habían diagnosticado cáncer de mama hace siete años, pero que rechazó la quimioterapia a favor de un “enfoque intuitivo, holístico y guiado por el corazón” para el tratamiento.

Según la revista, Macpherson deliberó sobre la decisión durante varias semanas tras consultar con “32 médicos y expertos”. Finalmente, en febrero de 2017, decidió buscar una respuesta no farmacéutica dirigida por su médico de atención primaria, un especialista en “medicina integrativa”.

Afortunadamente, Macpherson se encuentra ahora en remisión clínica o, como ella prefiere decir, en “pleno bienestar”. Sin conocer detalles cruciales sobre la extensión de su cáncer, los factores de riesgo concurrentes y el asesoramiento que recibió, es inútil intentar evaluar el riesgo de su decisión de evitar la quimioterapia. Por ejemplo, se sometió a una lumpectomía (la cirugía inicial para extirpar un bulto sospechoso) que, según algunos médicos, podría haber sido un tratamiento suficiente.

Sin embargo, la historia ha causado revuelo en Internet, provocando tanto a un número cada vez mayor de personas que desconfían de la “medicina convencional” como a quienes intentan defenderla de los crecientes ataques.

¿Qué hay detrás de esta desconfianza? Algunos investigadores señalan a la pandemia de covid-19 como la causa del aumento del “escepticismo científico” en todo el mundo, con sus acalorados debates sobre la gravedad de los síntomas, las ventajas de los confinamientos y la seguridad de las vacunas. El mundo virtual del “bienestar” también se utiliza cada vez más como tapadera para opiniones anticientíficas e incluso para el pensamiento conspirativo.

Para los miembros de las comunidades negras y de minorías étnicas, la desconfianza en los médicos –que se extiende a la renuencia a someterse a exámenes de detección de cáncer, e incluso a tratamientos– refleja el fracaso durante décadas de las instituciones médicas y de salud pública a la hora de interactuar con ellos y garantizar la igualdad de atención en muchos países.

Y en el Reino Unido específicamente, la confianza en la capacidad del Servicio Nacional de Salud para tratar el cáncer ha caído en los últimos años, con informes de retrasos de meses en el inicio de terapias esenciales contra el cáncer.

Todo esto significa que, si hoy le diagnostican cáncer, sus opciones pueden parecer menos claras que en el pasado. Si a eso le sumamos la experiencia típicamente brutal de la quimioterapia, no sorprende que la historia de Macpherson sobre las alternativas “no farmacéuticas” haya generado tanta atención.

Pero vale la pena tener en cuenta que Macpherson no es exactamente representativa de la gran mayoría de las personas con cáncer. Con un patrimonio neto estimado de 95 millones de dólares, puede darse el lujo de buscar varias segundas opiniones y luego rechazar la quimioterapia: su riqueza actúa como una red de seguridad. Su empresa de “bienestar ingerible” WelleCo y sus vínculos románticos históricos con el antivacunas caído en desgracia Andrew Wakefield, con quien salió entre 2018 y 2019, complican aún más la historia de Macpherson.

Para la mayoría de las personas, existe un riesgo real de rechazar la atención médica. Un estudio de 2017 concluyó que quienes padecían cáncer y elegían la medicina alternativa como tratamiento principal tenían un mayor riesgo de muerte en un plazo de cinco años que quienes elegían el tratamiento convencional.

Un estudio más amplio publicado el año siguiente sobre casi 2 millones de personas con cáncer en los EE. UU. encontró que el uso de medicina complementaria estaba asociado con el rechazo al tratamiento convencional contra el cáncer y daba como resultado el doble de riesgo de muerte en cinco años.

Sin duda, los oncólogos optan cada vez más por utilizar menos quimioterapia o evitarla por completo, lo que refleja nuevos tratamientos, investigaciones y la conciencia de que las respuestas específicas y personalizadas son las más eficaces.

Pero, al menos por ahora, el consejo de organizaciones como Cancer Research UK es inequívoco: no hay evidencia científica ni médica de que las terapias alternativas puedan curar el cáncer. En un contexto de desconfianza generalizada hacia la medicina, el relato de Macpherson –que anuncia un resultado positivo sin un contexto crucial– corre el riesgo de influir en las personas para que tomen un camino peligroso.

Todos podrían estar en riesgo de desarrollar cáncer, pero con los colosales recursos a su disposición, The Body (como era conocida Macpherson en la cima de su carrera como modelo) siempre tuvo más posibilidades de sobrevivir que la mayoría de las personas, independientemente de sus decisiones.

Elle Hunt es una escritora y periodista independiente.

Leer más
Back to top button