Un antídoto contra pesticidas mortales aumenta la supervivencia de las abejas

Un abejorro oriental común recolectando néctar

Biblioteca de imágenes de la naturaleza/Alamy

En el primer estudio de este tipo, los científicos han descubierto que alimentar a las abejas con trozos absorbentes de hidrogel aumenta sus posibilidades de sobrevivir a la exposición a pesticidas tóxicos.

Como polinizadores clave, las abejas brindan servicios esenciales tanto a las plantas silvestres como a los cultivos cultivados por el hombre. Pero el polen que ingieren a menudo está contaminado con sustancias químicas que pueden tener efectos biológicos devastadores en las abejas, como provocar el colapso de la colonia o causar una muerte casi instantánea.

Estudios anteriores descubrieron que las partículas de hidrogel (un material blando, no tóxico y muy absorbente) mezcladas con el suelo pueden unirse y atrapar neonicotinoides, una clase de pesticidas ampliamente prohibidos en Europa, pero que aún se utilizan en los EE. UU. Eso llevó a Julia Caserto y sus colegas a investigar si pequeños trozos de hidrogel podrían neutralizar los pesticidas dentro de los cuerpos de los abejorros orientales comunes (Bombus impatiens).

“Nadie, que yo sepa, había hecho esto”, dice Caserto, quien realizó el trabajo mientras estaba en la Universidad de Cornell en Nueva York.

Los investigadores comenzaron mezclando partículas microscópicas de hidrogel (lo suficientemente pequeñas para pasar por el tracto digestivo de la abeja, pero no para viajar a otras partes de su cuerpo) en agua azucarada. Después de que las abejas sorbieron la solución, los investigadores les dieron una alta dosis de pesticidas. Las abejas que recibieron el tratamiento con hidrogel tuvieron una tasa de supervivencia un 30 por ciento mayor en comparación con las que no lo recibieron.

Cuando los investigadores administraron a las abejas dosis de pesticidas que alteraban su sistema nervioso, pero no las mataban, los hidrogeles redujeron los síntomas de los insectos. Las abejas que recibieron el gel pudieron alimentarse y caminar mejor que las que no recibieron el gel, y batieron sus alas a un ritmo más rápido y saludable.

Como las abejas acaban excretando las partículas de hidrogel, habría que volver a administrarles el antídoto continuamente. Si bien esto hace que el tratamiento sea improbable para las abejas silvestres, sigue siendo una opción prometedora para las abejas controladas por el hombre, como las que se utilizan para la producción de miel y la polinización de cultivos.

“Estas partículas podrían incorporarse a las tortas de polen o a los alimentos a base de sacarosa que ya se utilizan en las colonias de abejas controladas”, afirma Caserto. “Y, con suerte, cuando las abejas salgan al campo y se expongan (a los pesticidas), serán menos susceptibles”.

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