El gigante petrolero BP está acabando con 18 proyectos de hidrógeno, enfriando la naciente industria
Escondido dentro de un informe de ganancias de 32 páginas, el gigante del petróleo y el gas BP reveló que estaba cancelando 18 proyectos de hidrógeno en etapa inicial, una medida que podría tener un efecto paralizador en la naciente industria del hidrógeno.
La decisión, junto con la venta de las operaciones de energía eólica terrestre de la compañía en Estados Unidos, ahorrará a BP 200 millones de dólares al año y ayudará a mejorar sus resultados. La industria del hidrógeno, que ha dependido de las empresas de petróleo y gas tanto financieramente como mediante esfuerzos de lobby, se está preparando para un resultado más sombrío.
BP ha sido partidaria del hidrógeno. La división de capital de riesgo de la compañía ha invertido en varias nuevas empresas de hidrógeno verde, incluidas Electric Hydrogen y Advanced Ionics. A principios de este año, BP dijo que desarrollaría “más de 10” proyectos de hidrógeno en Estados Unidos, Europa y Australia.
Ahora, BP está reduciendo esos planes y afirma que desarrollará entre cinco y diez proyectos. La empresa guarda silencio sobre cuáles recibirán luz verde.
El hidrógeno tiene el potencial de reducir significativamente la contaminación por carbono en una variedad de industrias, incluidas la refinación petroquímica, la fabricación de acero y el transporte marítimo de larga distancia. Pero la infraestructura para el hidrógeno, especialmente el hidrógeno verde, que se produce utilizando electricidad renovable, sigue sin estar construida. Esto se debe en parte a que el hidrógeno verde es la forma de gas más cara de producir y a que transportar hidrógeno es costoso en comparación con los combustibles fósiles.
La industria del hidrógeno ha considerado a las empresas de petróleo y gas como una de las mejores rutas hacia el crecimiento. Muchos ya producen hidrógeno en sus refinerías a partir de gas natural, lo que los convierte en clientes lógicos para las nuevas empresas que desarrollan electrolizadores, que pueden producir hidrógeno utilizando agua y electricidad. Además, las empresas de petróleo y gas tienen décadas de experiencia en el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura del tipo que se necesitarán para que el hidrógeno reduzca las emisiones industriales.
Al mismo tiempo, las empresas de petróleo y gas dependen del negocio de los combustibles fósiles para obtener ganancias, lo que proporciona un incentivo importante para avanzar lentamente hacia alternativas. La decisión de BP de reducir sus ambiciones de hidrógeno probablemente no será la última del sector.