La mano del robot puede separarse del brazo, arrastrarse hasta objetos y recogerlos

Los vídeos de investigación no son conocidos por sus arcos narrativos. De vez en cuando, sin embargo, ves uno que mejora cuanto más lo miras. “Más allá de la destreza manual” es uno de esos videos. Te sorprende en los primeros segundos con una pinza robótica muy hábil, y luego las cosas empiezan a descarrilarse.

El vídeo debutó junto con un artículo de investigación del mismo nombre en la Conferencia Internacional sobre Robótica y Automatización del IEEE en Rotterdam esta semana. El trabajo, realizado por la EPFL de Suiza, explora formas en que las manos robóticas pueden crecer más allá de los límites existentes para agarrar una gama aún más amplia de objetos.

“El modelo de aprendizaje profundo ha avanzado significativamente en técnicas de manipulación diestra para agarrar la mano con varios dedos”, señala el equipo. “Sin embargo, la captación guiada por información de contacto en entornos desordenados sigue estando en gran medida poco explorada”.

Durante décadas, los robóticos han buscado inspiración en el mundo natural. Los robots actuales se basan en gran medida en esos cimientos. No busque más, los cuadrúpedos y humanoides que actualmente inundan el mercado. Lo biológico es una fuente rica y aparentemente interminable de inspiración, pero también puede hacer que los diseñadores se arrinconen.

Pero ¿por qué una mano robótica tiene que verse limitada por las limitaciones de su contraparte natural? La respuesta predominante puede ser la falta de imaginación. La investigación aquí expuesta, sin embargo, señala cómo se ven estos sistemas cuando uno rompe esos vínculos intencionalmente.

Los resultados pueden ser un poco espeluznantes. El diseño de una mano de inspiración humana que puede doblarse hacia atrás para recoger una amplia gama de objetos y separarse para arrastrarse hacia otro lo planta firmemente dentro del misterioso valle. Si no se pareciera tanto a una mano humana, probablemente sería menos inquietante.

Créditos de imagen: EPFL (velocidad 4x)

Sin embargo, operar en este mundo requiere que uno supere esa reacción visceral. Más allá de esto, encontrará un camino convincente para avanzar en los conocimientos de robótica. Si algo como esto se puede escalar con éxito es otra cuestión. Por ahora, la investigación sin duda está despertando mucho interés en el campo.

“Aunque se ve en películas de terror”, dijo descaradamente el investigador Xiao Gao al IEEE, “creo que somos los primeros en introducir esta idea en la robótica”.

Hasta luego, robots de inspiración biológica; Hola robots de terror.

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